jueves, 4 de julio de 2013

FALSA DIGNIDAD

FALSA DIGNIDAD

Hacer lo que uno quiere, tener plena libertad en la toma de decisiones personales no es tener la poderosa y valiosa dignidad. La dignidad además es ese valor que los demás reconocen en ti y no puedes otorgártelo a ti mismo. De igual manera cada uno debe reconocer la dignidad de todo ser humano por el hecho de serlo. Este valor inherente al ser humano no puede contemplarse de forma aislada en el plano personal, y no se goza de plena dignidad hasta que las tomas de decisiones implican al colectivo y por tanto a tu vida. En definitiva podemos distinguir dos aspectos fundamentales y bajo mi opinión contradictorios para definir “dignidad”, que es algo innato del ser humano pero que debe ser reconocido u otorgado por otros. Además implica también la libertad personal y colectiva en la toma de decisiones.
Algunos caminan erguidos con la creencia de poseer la dignidad, y otros agachando la cabeza creen haberla perdido sin saber que son más dignos que los primeros. Puede que la dignidad de algunos se sostenga sobre la indignidad de otros, que se necesite un equilibrio para mantener a los más “dignos”. Puede que sea necesario plantearse si privar la dignidad de otros implica destrozar la tuya propia.
Dejar de buscar esa toma de decisiones, no buscar ser libre más allá de la jaula que te encierra, nos mantiene en un estado placentero, sin preocupaciones, sin falta de criticas a nada, totalmente sumiso a lo que venga, y tranquilo. Al no oponer resistencia, al no participar en la vida pública y al haber eliminado esa posibilidad, la resignación se adueña de todo y da paso a la omisión, la dejadez y la ignorancia.
Sin acritud, quizás lleven razón y vivir en la ignorancia no esté tan mal, es, hay que decirlo, una opción muy indigna y es ¿respetable?
No lo afirmo ya que tengo dudas sobre el respeto que merecen las personas impasibles, inmóviles.
Si lo pensamos fríamente ¿acaso no son cómplices de tu falta de dignidad? ¿acaso no es su falta de acción lo que perpetúa y mantiene el sistema de indignación? ¿acaso no son ellos los únicos que pueden cambiar las cosas?



1 comentario:

  1. tengo una esposa que por un coraje que tuvimos, discutimos y luego se nego a ir al mercado... por lo que me mando a mi... despues de hacer las compras lo mejor que pude, me denigra diciendo que compre mal, que me de cuenta que si la necesito y que soy un tonto por haber ido yo a las compras sabiendo que yo no sabria hacerlo bien, me desacalifico y me denigro cuantas veces y tiempo lo quiso... eso nos llevo a que le dije que no volveria a ayudarla en eso... le valio... luego de 20 dias vuelvo a sacar el tema, trato de hacerla entender y se niega argumentando que aceptar su error y como me trato, pasa por su dignidad y no esta dispuesta a ello, por lo tanto se niega a acceder a la solucion... con la bandera de su falsa y estupida dignidad en alto... pienso que hay que ser muy sensato para saber usar la dignidad para bien, porque la palabra dignidad puede ser alterada, usada a conveniencia segun las circunstancias ventajosas de esacpalabra,... un saludo

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